viernes, 1 de diciembre de 2017

LA CONQUISTA BRITÁNICA DE ESPAÑA (XXX)

ASPECTOS ECONÓMICOS DE LA ESPAÑA DEL SIGLO XIX

En cuanto a las otras vías de comunicación, en 1802 se había acometido la remodelación de los caminos, pero primero la guerra detuvo el desarrollo de la obra y luego la restauración de Fernando VII llevó al cierre de la Escuela de Ingenieros Civiles y al apartamiento de Agustín de Bethencourt y Molina, alma del proyecto, que no volvería a ser efectiva, merced a la permanente conflictividad militar.

También en 1835 se había creado el Cuerpo de Ingenieros Civiles y el de Ingenieros de Minas, pero como queda dicho, el desarrollo de la guerra significó también en este caso una importante ralentización que tendría fin desde el final de la primera guerra carlista.

Así,  finalizada la guerra, en 1840 se acometió una profunda reestructuración de los caminos y en 1843 se procedió a la construcción de la línea férrea Barcelona-Mataró al tiempo que se planteaba la línea Madrid-Cádiz y Madrid-Avilés. Eso sí, con capital francés e inglés respectivamente.

Pero otros proyectos quedaron sin realizarse hasta que en 1855 se reguló la estructura mediante la Ley General de Ferrocarriles, que garantizaba rentabilidad para los capitales invertidos y autorizaba la libre importación de los productos relacionados con su construcción, lo que significó una mayor dependencia del capital extranjero, que acabó trastocando el proyecto, ya que no se cumplió la idea nacional de enlazar la periferia, sino más bien la idea economicista de los grupos inversores, que estaban más interesados en conectar las zonas productoras de materias primas con los puertos, lo que dio lugar al aislamiento de importantes sectores, como Galicia.

La Hacienda había dilapidado los fondos recaudados con la desamortización, se encontraba endeudada con sus protectores, especialmente ingleses, e incapaz de atender los pagos se mostraba exhausta, por lo que en 1845 procedió el gobierno a modificar el sistema impositivo, sin por ello hacer mejorar sensiblemente la situación.

La recaudación de tributos, a pesar de la reforma fiscal de 1845, resultó insuficiente para cubrir las necesidades de la Hacienda, y su discurrir más bien se vinculó a la evolución de la renta. Los gastos estuvieron, por su parte, condicionados por el pago de intereses de esa deuda, que representó entre el 20 y el 60 por cien de los desembolsos. (López Morell: 599)

Era el momento para que los Rothschild, que ya tenían parte de la tarta, derivasen sus objetivos hacia los ferrocarriles y hacia la minería.
Y es que había jugo que sacar…

De la importancia de la producción plumbífera baste decir que figuró en cabeza de nuestras exportaciones minerales durante todo el siglo XIX, seguida del cobre y el hierro, y no superada por este último hasta la centuria siguiente. (Vilar 1983:111)

La irrupción del plomo español en el mercado internacional arruinó la hegemonía detentada hasta entonces por el metal inglés. Tal primacía se mantuvo hasta los años de 1880 en que los excedentes norteamericanos desbancaran a la producción peninsular.
La comercialización del metal español –exportado generalmente en barras- fue controlada, empero, por compañías británicas y francesas. (Vilar 1983:112)

El control del mercado internacional del plomo fue ejercido por Inglaterra desde medíados del siglo XVIII, sustituyendo en gran medida a Francia [Chastagnaret, 1992]. Este control británico se organiza desde los centros de consumo, a partir de la principal ciudad importadora, Newcastle-on-Tyne y, en menor medida, de Swansea y Londres. (Álvarez 2014: 982)

La superproducción existente y los precios bajos, de un lado, y el dominio cuasimonopsónico ejercido por los importadores ingleses que controlaban gran parte del mercado, exigiendo descuentos ruinosos, de otro, dieron lugar a una situación muy precaria de los productores de plomo de bastantes países, entre ellos España. (Álvarez 2014: 983)

La dependencia de Inglaterra queda manifiesta en estos datos de 1922, donde los cálculos, por lógica, se efectúan en libras esterlinas:

Tomando como ejemplo la reseña de 8-1-1922 [RM, enero de 1922: 241, el esquema de cálculo de la tarifa para el mes corriente es el que sigue:
Plomo: al contado, 25.6.5.114 £; a plazos, 24.12.9.314 £; precio medio,
24.19.7.112 £; en decimales, 24,98 £.
Cambio medio de la libra en el mes de diciembre de 1921: 28,365 pesetas.
Deducciones de mercado: por comisión, 1 por 100; por seguro 112 por 100.
Por derechos de ría y ensayos: 4 chelines por tonelada inglesa.
Fletes: 11 chelines por tonelada inglesa. (Álvarez 2014: 975)



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viernes, 24 de noviembre de 2017

Conspiraciones, pronunciamientos y sublevaciones en el siglo XIX (8)

 

Conspiraciones, pronunciamientos y sublevaciones en el siglo XIX


Nuevamente reinó la calma en los cuarteles durante ocho meses, gracias a la represión y al soborno, armas utilizadas magistralmente a lo largo de los doscientos dieciséis años de este malhadado siglo XIX. Pero como la estructura para desintegración de España no la tenían perfectamente diseñada a estas alturas, el 1 de Enero de 1847 se produjo un nuevo pronunciamiento por parte del general de Eroles.



En medio de todo este embrollo, la corona no era ajena, y las críticas más ponderadas a la situación eran presentadas en mayo de 1847 por Jaime Balmes, uno de los pocos pensadores que sobrevivían en la hecatombe, como sigue:

La reina está en minoría, la Constitución es reciente, grandes y antiguas instituciones o han desaparecido del todo o han sufrido considerable menoscabo, la administración está completamente desorganizada, la legislación es un caos, el déficit un abismo, la guerra civil ha dejado en pos de sí horribles regueros de sangre y de ceniza, las revueltas y los escándalos han esparcido por doquiera abundante germen de inmoralidad y desorden” (Balmes 1950: 30 vol 6)

Las nuevas instituciones políticas se falsean más o menos en todas las revoluciones; pero la española en particular ha ofrecido en este punto ejemplos tan singulares que bien puede asegurarse no hay otra que pueda disputarle la ventaja. Por no extenderme demasiado me ceñiré a un solo ejemplo. ¿Qué puede haber de más amplio en pro de las facultades populares que la Constitución de 1812? ¿Qué código le lleva la delantera en asentar y aplicar doctrinas democráticas, en consignar derechos, en disposiciones a propósito para revolver las masas y llamarlas a tomar parte en materias de gobierno? Y, sin embargo, está fuera de duda para todo hombre imparcial y entendido, que nunca fue menos consultada la voluntad del pueblo español y nunca fue menor su influencia en los negocios públicos que en las breves épocas en que ha estado en vigor aquel código. (Balmes 1950: 28 vol 6)

Treinta años de inquietud y de revueltas, tanta huella de sangre y tantos montones de ruinas, manifiestan bien a las claras que hay en España alguna gravísima causa de enfermedad: causa profundamente arraigada, ya que es tan duradera; causa poderosa y muy dañina, cuando se ha señalado con tan terribles estragos. No es menos evidente que los remedios hasta ahora empleados para combatirla, o han sido mal escogidos o al menos mal aplicados; puesto que no sólo no ha desaparecido el mal, pero ni siquiera ha menguado en fuerza; antes al contrario, ha ido tomando siempre creces, presentando en cada época de su nuevo desarrollo síntomas más alarmantes y destrozos más terribles. O se ha de cortar el mal en su raíz o la nación perecerá. (Balmes 1950: 31 vol 6)

Análisis desolador. ¿Análisis derrotista? Análisis exacto, a lo que vamos viendo. Pero el mal, lejos de cortarse, se ha ido fortaleciendo con el paso de los años y con la complacencia de las potencias… “amigas”.

Que el 4 de Mayo de 1847 Isabel II sufriese un atentado frustrado no tiene nada de particular atendiendo las circunstancias.

El tres de septiembre de 1847 es amnistiado Espartero, que vuelve a España y es nombrado senador vitalicio.

Ramón Mª Narváez implanta una dictadura. El 4 de octubre de 1847 da un golpe de estado contra el gobierno de Francisco García Goyena, que durará tres años (con el breve paréntesis del gabinete de Cleonard).
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Durante su mandato sofocó los motines callejeros callejeros y los pronunciamientos militares, que se dieron a lo largo del siguiente año, y cuyos momentos más relevantes se concretaron, el 26 de marzo de 1848 en Barcelona, y el 7 de mayo en Madrid, donde se produjeron sendas sublevaciones republicanas que fueron duramente reprimidas, naturalmente con el colofón de un rosario de fusilamientos.

Dos años de salutífera discordia pasaron sin conspiraciones de menor índole hasta que el 2 de Febrero de 1852 se produjo un atentado contra Isabel II por parte del cura Martín Merino, que nada tiene que ver con con Jerónimo Merino Cob (Burgos, 1769 - Alençon 1844 ) héroe nacional y guerrillero  en la lucha contra los franceses durante la guerra de la Independencia. Isabel II salvó la vida gracias a que el corsé le sirvió de coraza en una puñalada que apuntaba ser mortal.

Con firmeza confesó su delito, declarando que sólo él lo había meditado y que no tenía cómplices; y condenado a muerte en garrote vil, marchó al patíbulo, atravesando una inmensa concurrencia, más sereno, más impasible que todos cuantos presenciaron su suplicio. El Gobierno mandó quemar el cadáver y aventar las cenizas del regicida. (Orellana, II: 404)
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martes, 14 de noviembre de 2017

SIGLO XIX: OBJETIVO, LA DESTRUCCIÓN DE ESPAÑA (8)


El 7 de julio de 1873, se convoca en Alcoy huelga general y se exige la dimisión de la corporación municipal, que sería relevada por una comisión de internacionalistas, lo que acabó ocasionando un enfrentamiento armado en el que los guardias municipales ocasionaron un  muerto y varios heridos, tras lo cual comenzaron a construirse barricadas para aislar al ayuntamiento, mientras los que se encontraban en el interior de éste se preparaban también para su defensa…/… los internacionalistas también fueron a casas de fabricantes y propietarios para confiscar armas, dinero y alimentos. Además, el petróleo comenzó a ser recogido de las distintas tiendas para incendiar el edificio del ayuntamiento y exigir la rendición de Albors y de quienes le acompañaban…/… (Jordá 2013: 4)



El alcalde, Agustín Albors, era republicano revolucionario, pero se opuso a las exigencias de los amotinados, que acabaron asaltando el ayuntamiento y asesinándolo.

Lo que empezó en una manifestación pacífica terminó en graves disturbios en la ciudad, incitados por la Comisión Federal con el ánimo de encender una chispa revolucionaria. Aunque los acontecimientos son algo difusos vistos en retrospectiva y las versiones difieren de las causas y los resultados, es sabido que el 7 de julio se convocó una huelga masiva demandando mejoras laborales. A los dos días, viendo el tono que alcanzaban las protestas, los propietarios se reunieron negándose a ceder ante las peticiones. El alcalde, superado por la situación, hizo llamar a las tropas del gobernador que se enfrentaron a los manifestantes, al parecer llegándoles a disparar. El motín que se produjo a continuación se saldó con la quema de fábricas, propiedades y hasta el ayuntamiento. El día 12, justo antes de llegar el ejército, muchos de los insurrectos abandonaron la ciudad. En esos pocos días se inició un proceso colectivista, eliminando la propiedad privada. Fue la revuelta española más fiel a los ideales de la Comuna de París. (Ruiz 2013: 22)

Sin duda, la causa que hizo posible la insurrección popular fue el complejo proceso de lucha que se inició en las fábricas alcoyanas con la destrucción de máquinas el año 1821.

La huelga general contó con el apoyo mayoritario de los trabajadores, y la comisión federal se encargó de propagar el levantamiento en los pueblos de la comarca. Fue una de estas comisiones la que acabó gestando el asesinato del alcalde Agustín Albors, cuando, al comunicarle las reivindicaciones de los revolucionarios, las estimó exageradas y puso el asunto en conocimiento de los patronos.

El día 8 de julio la conflictividad fue general; siguiendo los dictados de la Internacional, los piquetes impidieron que aquellos trabajadores que querían acudir al trabajo cumpliesen su objetivo. Fue entonces cuando Agustín Albors telegrafió al gobernador civil pidiéndole tropas al tiempo que emitía un bando exigiendo a los trabajadores su vuelta al trabajo, al tiempo que denunciaba las manipulaciones políticas de los agentes de la Internacional.

Como consecuencia, el día nueve, en asamblea celebrada en la plaza de toros, se solicitó la dimisión del ayuntamiento y su sustitución por una junta, para lo que, apoyando esta imposición, una gran manifestación ocupó la plaza del ayuntamiento mientras diversos piquetes apresaban a quienes consideraban desafectos, a quienes utilizaban para forzar la rendición de quienes, desde el ayuntamiento se les enfrentaban.

Finalmente acabaron provocando un incendio en las casas que rodeaban el ayuntamiento, siendo que el día 10 por la mañana, los guardias municipales que resistían desde el campanario de la iglesia de Santa María, rindieron las armas al haberse quedado sin munición.

Dueños los revoltosos de la ciudad, procedieron al asesinato de quienes se habían rendido, logrando finalmente hacerse con el ayuntamiento, tomando preso al alcalde Albors. Finalmente el alcalde sería asesinado por los huelguistas, que arrastrarían su cadáver por las calles mientras asesinaban a un total de dieciséis personas y secuestraban a otras.

Ante estos hechos, numerosos diputados de la fracción intransigente que formaban parte de la Junta de Madrid abandonaron la capital y se marcharon a Cartagena, ciudad de fácil defensa que en fechas anteriores ya había protagonizado acciones de revueltas con el firme propósito de iniciar una sublevación cantonal.

Fue necesaria la intervención del ejército, quién al mando del general Velarde restableció el orden el día trece. Cuando Alcoy fue sometida estalló la insurrección en Cartagena, objeto de otro capítulo.

Llegado el año 1874, con el golpe de Pavía en enero, la AIT en España quedó oficialmente disuelta y, hasta el 1881, todas las sociedades obreras serían ilegales.

Con el decreto del 10 de enero de 1874, la Internacional pasaba a ser una organización clandestina  hasta el año 1881, momento en el que llegaron al poder los liberales, que permitieron el resurgimiento de la Internacional, que se transformaría en una nueva organización: la Federación de Trabajadores de la Región Española. (Tormo: 26)
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miércoles, 8 de noviembre de 2017

FERNANDO VII, DESEADO Y FELÓN (6)

En el nuevo gabinete de Cea Bermúdez de 1832

convivían defensores de la monarquía absoluta: Zea (Estado), Monet (Guerra) y Cafranga (Gracia y Justicia); y del liberalismo moderado: Encima (Hacienda) y Ulloa (Marina). Contaban sin embargo con un rasgo común: su decidida defensa de la princesa Isabel como heredera del Trono y su oposición a don Carlos. Por ello, nada más llegar al poder, se iniciará un amplio cúmulo de medidas encaminadas a depurar la administración civil y militar de todos los sospechosos de carlismo, y a controlar al máximo los resortes del gobierno. Mientras duro la ausencia de Zea, que se encontraba fuera de España, el predominio del sector más liberal fue completo, y se adoptaron medidas que este tal vez no hubiera aprobado, y que dieron lugar a amargas quejas del ministro de Justicia. (Bullón 2002: 3)



La importancia de los acontecimientos y el conocimiento que del pensamiento general tenía el nuevo gabinete lo llevó a efectuar una rápida actuación, procediendo a marginar a todo aquel que albergase alguna simpatía por Carlos María Isidro, así,
la depuración a la que va a ser sometido el ejército desde diciembre de 1832 es sin duda la más importante que se haya efectuado sobre unos cuerpos que no habían sido vencidos en el campo de batalla, que no se habían alzado contra el gobierno, y que hasta la fecha habían servido fielmente a su Rey. (Bullón 2002: 22)

Pero si diciembre fue esencial en el desarrollo de la depuración, ésta comenzó dos meses antes. El día 28 de octubre de 1832, Espartero recibió mando en tropa: coronel del regimiento de Soria, en Barcelona, donde dedicó el tiempo a perseguir enemigos del rey. A este nombramiento seguiría un rosario de destituciones en todos los ámbitos de la vida nacional, cuyos puestos serían ocupados por personas de la confianza del liberalismo. La guerra quedaba servida.

Como contrapartida, en un extenso manifiesto fechado el 3 de diciembre de 1835, entre otros asuntos señalaba Cea Bermúdez las motivaciones de estos actos y procuraba calmar los ánimos de los disconformes señalando que:
S. M. la Reina, conservando las bases que la sabiduría del Rey nuestro señor ha sentado como reglas fijas de su gobierno , y persuadido de que los españoles fundan un doble orgullo en ser a todo trance fieles a sus soberanos y sumisos a las leyes , se declara enemiga irreconciliable de toda innovación religiosa o política que se intente suscitar en el reino, o introducir de fuera para trastornar el orden establecido, cualquiera que sea la divisa o pretexto con que el espíritu de partido pretenda cubrir sus criminales intentos. Mas no por eso debe entenderse que S. M. se negará a adoptar en los diferentes ramos de la administración pública aquellas mejoras que la sana política, la ilustración y los consejos de los hombres sabios y verdaderamente amantes a su patria indiquen como provechosas; así como, reconociendo que la perfección sólo es dada al supremo Criador , y que todo lo que sale de las manos de los hombres es incompleto; S. M., que solo se propone el acierto, no repugnará tampoco el revocar o modificar sus providencias cuando la experiencia le demuestre su insuficiencia o desventajas. (Incógnito 1844: 102)

Manifiestamente utilizaba los principios liberales que permiten el uso de la mentira. Ostensiblemente influenciado por pensadores liberales como Phillip Hughes, quien asevera que en contra de nuestros malditos oponentes todos los medios están justificados, mentiras, traición, manipulación de las leyes aunque sean contradictorias, emitía semejantes juicios hablando de “sana política”, de voluntad de respetar el orden establecido, de patria… mientras sus actuaciones, rápidas, decididas e incontestables, acababan con todo lo que con la palabra decía defender.

La primera cuestión que pusieron en marcha (prácticamente cada una de ellas era la primera), fue el decreto de amnistía, respecto a la cual, el barón de los Valles señalaría que
esta fatal medida política llamó de nuevo a España a cerca de mil doscientos liberales exaltados, a quienes el destierro no había hecho más que confirmar en sus opiniones, y que diseminados por todas las provincias, propagaron en ellas sus principios destructores. Lejos de mirar la amnistía como un acto de clemencia, la atribuyeron al temor que el Gobierno tenía a su partido; y decían en alta voz que no eran ellos los que debían ser amnistiados, sino el mismo Fernando VII, por haber violado sus juramentos destruyendo la constitución que había jurado, y haber perseguido de muerte a los que habían obedecido sus órdenes, e imitado su ejemplo. (Rújula 2008: 153)
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sábado, 4 de noviembre de 2017

EL DERECHO DE INDIAS (8)

EL DERECHO DE INDIAS (8)

Leyes que son dignas de estudio y de encomio, ya que como dice César Vidal, “con ellas, se intentaba defender a los indígenas de los abusos siguiendo la línea de una pléyade de personajes como Fray Bartolomé de las Casas y se disponía el descanso de 40 días después de cinco meses de trabajo; su alimentación con carne; la prohibición del trabajo de las embarazadas; etc. Estas normas -al igual que otras- se cumplieron mejor o peor según las circunstancias, pero la intención de la Corona española no podía resultar más evidente. Por otro lado, una vez más, se trató de una conducta sin paralelo en otras naciones europeas.”



Por supuesto, y como sociedad humana es de lo que estamos tratando, estas leyes tuvieron sus partidarios y sus detractores, quienes ejercían la presión que podían en los ámbitos a que tenían acceso; así, como señala Héctor Grenni, “la Recopilación [1680], al presentar todas las leyes anteriores referidas a la encomienda, pone en evidencia algunas leyes que favorecen ampliamente a los indios y otras que defienden los derechos de los encomenderos. Se ponen en relieve, de este modo, los altibajos de las leyes de Indias. La resistencia de los encomenderos en el cumplimiento de las leyes obligó a dar marcha atrás en muchas de las disposiciones que favorecían a los indios, como es el caso de muchas de las disposiciones de las Leyes Nuevas de 1542. Esta resistencia llegó incluso hasta la rebelión armada como en Perú, y hasta al asesinato de funcionarios y obispos, como en el caso del obispo de León, Nicaragua. Con todo, la insistencia en este aspecto hace evidente la intención de la Corona de favorecer a los indios.”

Lo que en cualquier caso resulta llamativo es que la situación de defensa de los indios llegó a tal extremo que existen quejas por parte de españoles, encomenderos, frailes, soldados… reclamando un poco de cordura y señalando que existían indios que denunciaban el maltrato sin que éste llegase a producirse, consiguiendo castigos ejemplares sobre las personas acusadas. Bastaba la queja de un indígena para que la justicia actuase de oficio sobre los españoles.

Casos todos particulares, pero casos que señalan la verdadera situación del asunto. Por ejemplo, “Tras detener y encarcelar a Nuño de Guzmán bajo la acusación de maltrato de esclavos,… , en 1538.”

Se citan los extremos porque es necesario hacerlo, máxime cuando en esos extremos se encuentran castigadas personas como Hernán Cortés, pero en cualquier caso, y sobre las injusticias que debieron pagar algunos, es necesario señalar que “Las Leyes de Indias es la legislación promulgada por los monarcas españoles para regular la vida social, política y económica entre los pobladores del Nuevo Mundo. La reina Isabel la Católica había dicho que a los indios del Nuevo Mundo había que tratarlos al igual que el resto de los seres humanos.
En 1512, se publicaron las Leyes de Burgos. Fue la primera Junta de teólogos y juristas para discutir los problemas del indio. Estas leyes tenían como objetivo de hacer respetar la condición del indio como súbdito libre de la monarquía española. Obliga al encomendero a evangelizar el indio, y decía que se debía explotar el territorio conquistado mediante el trabajo del indio. Estas leyes permitían el trabajo forzado pero había que tratar a los indios como seres humanos con derechos naturales.”

Leyes que no siempre fueron cumplidas, e incumplimientos que, es de suponer, no siempre fueron denunciados. Para esos casos estaban los visitadores, pero también estaban, por ejemplo, los dominicos. La actitud de los dominicos es encomiable, pero la actitud de algunos fue claramente excesiva. Fray Bartolomé de las Casas presentaba a los indios como gentes sin maldad, sin rencores y sin odios, pacíficas, sin deseos de venganza, mientras que los españoles eran calificados como seres crueles, hambrientos de lucha y de muerte, en busca del oro, su única ansia y afán.  

Es el caso que, en 1536, las leyes aprobadas por Carlos I ordenaban que se respetase la libertad de los indígenas; nada nuevo sobre lo precedente, marcaba que “Si constare que los Indios se han ido a vivir de unos Lugares a otros de su voluntad, no los impidan las Justicias, ni Ministros, y déxenlos vivir, y morar allí, excepto donde por las Reducciones, que por nuestro mandado estuvieren hechas, se haya dispuesto lo contrario, y no fueren perjudicados los Encomenderos”, y las de 1552 “Los Indios, que fueren Oficiales, se ocupen y entiendan en sus oficios, y los labradores en cultivar, labrar la tierra, y hacer sementeras, procurando que tengan bueyes con que alivien el trabajo de sus personas, y mantenimientos para su propio sustento, venta, y cambio, con otros: y los que no se ocuparen en ninguna de las cosas susodichas, se podrán aplicar al trabajo en obras, y labores de las Ciudades, y campos, y siendo necesario, sean compelidos á no estar ociosos, pues tanto importa á su vida, salud, y conservación; pero esto se ha de hacer, y efectuar por mano de nuestras Justicias. Y mandamos que los Españoles no los puedan apremiar a ello, aunque sean Indios de sus encomiendas, o serán gravemente castigados. Y encargamos á los Doctrineros, que persuadan á los Indios á lo referido en nuestra ley, y especialmente, que anden vestidos para más honestidad, y decencia de sus personas”


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viernes, 6 de octubre de 2017

EL CANTONALISMO: ARMA BRITÁNICA CONTRA ESPAÑA (7)

 

EL CANTONALISMO: ARMA BRITÁNICA CONTRA ESPAÑA


En esta situación, Baldomero Lostau se convirtió en dictador y estableció un gobierno provisional que decretó la disolución del ejército en Cataluña y la creación de otro para combatir a los carlistas, tras lo cual  proclamó el Estado Catalán el 8 de marzo. El ayuntamiento de Barcelona, principal impulsor de la insurrección, llegó a izar la bandera separatista, con dos franjas coloradas llenas de pequeñas estrellitas.

Federico Engels decía sobre este asunto:
Los mismos que desconociendo los acuerdos tomados en el congreso general de La Haya sobre la acción política de la clase trabajadora…/…se han lanzado en esta ocasión a hacer política; pero la peor de las políticas, la política burguesa. (Engels 1873)

Durante los acontecimientos de Barcelona, el 24 de febrero de 1873 dimitió el gobierno en pleno, mientras se expresaba que la asamblea podía deliberar con calma “porque las circunstancias, aunque extrañas, no eran graves”, pero se eligió un nuevo gobierno en el que continuaban Figueras, Castelar, Pi y Salmerón.

El 10 de marzo, el nuevo Gobierno central, atendiendo a las exigencias separatistas decidió disolver el Ejército de Cataluña (que como hemos visto ya estaba disuelto), mientras Estanislao Figueras se trasladaba a Barcelona, evitando la proclamación del estado catalán.

Mientras tanto, las dificultades internacionales no eran resueltas convenientemente; la república sólo fue reconocida por EE.UU, Suiza, Costa Rica y Guatemala, siendo además, que una de las medidas estrella del gobierno estaba resultando un fiasco.

Entre otras cosas, las expectativas para formar un ejército asalariado no se cumplieron; no pudieron crear los 80 batallones que habían previsto, ya que no aparecieron los 48.000 voluntarios necesarios para formarlos.

cuatro meses después, sólo se habían reclutado 10.000 soldados, militarmente inútiles, insubordinados y dados al motín; las protestas del ejército, hicieron que se equiparara el sueldo a todos. En el verano del 73 quebró la dictadura federalista, enemistada completamente con el ejército, acosada por multitud de enemigos tanto a su derecha como a su izquierda. (Pérez 1990: 83)
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domingo, 1 de octubre de 2017

LA CONQUISTA BRITÁNICA DE ESPAÑA (XXIX)

 

ASPECTOS ECONÓMICOS DE LA ESPAÑA DEL SIGLO XIX

En esta situación, la economía española muestra un desfase radical con respecto a la europea. Con una agricultura oscilante entre el latifundio y el minifundio, de rendimientos bajos, y mantenida por el proteccionismo estatal en provecho de la oligarquía nacional y extranjera. De hecho, en muchos aspectos, como venimos señalando, la economía española resulta ser una economía colonial en manos del capital extranjero.

Estas actuaciones, cobijadas bajo el paraguas del todopoderoso librecambismo, se aplicaban siguiendo las ideas de Juan Álvarez Mendizábal, que a su vez seguía las instrucciones recibidas a través de la embajada británica, lo que ocasionó que  Espartero fuese acusado  de “haberse vendido a los ingleses”. Pero como viene siendo habitual en este siglo XIX que ya lleva durando doscientos dieciséis años, las críticas eran rechazadas y sus autores condenados al ostracismo, acusados de “serviles”, “ultras” y similares adjetivos.

La única solución era la guerra… Pero ahí también llegaban los largos dedos del liberalismo.

Espartero sería apartado de la Regencia en 1843, cuando un movimiento militar compuesto exclusivamente por liberales (los partidos progresista y moderado), encabezados por los generales Ramón María Narváez, Francisco Serrano y Leopoldo O’Donnell, llevaron a cabo un pronunciamiento que obligó a Espartero a marchar al exilio y declaró la mayoría de edad de Isabel II, que contaba trece años.

Con este acto dio comienzo la Década Moderada, que vio el inicio de la revolución de las comunicaciones en España.

Con la nueva situación, con el gobierno moderado en el poder, el 31 de diciembre de 1844 se promulga la Real Orden que da pie a la implantación del ferrocarril en España; algo que venía siendo tratado desde 1829, cuando el empresario gaditano José Díez planteó una línea de 5,83 kilómetros entre Jerez y la localidad de El Portal donde, sobre el río Guadalete, se construiría un muelle.  El proyecto no se llevaría a término al no haber obtenido fondos suficientes. Tampoco tendría éxito, como consecuencia de la guerra, el proyecto Bilbao-Burgos de 1831, siendo en Cuba como hemos visto (entre La Habana y Güimes) donde en 1837 se construyó la primera línea española de ferrocarriles. (Alcaide)

Es la cuestión del ferrocarril un asunto que levantó ampollas en su momento y que incluso en la actualidad es objeto de comentarios jocosos, en concreto relativos al ancho de vía, que difería del que se venía usando en Francia. Se ha comentado hasta la saciedad que el motivo de la diferencia de ancho no era otro que el evitar invasiones por ferrocarril; algo que todos hemos escuchado en alguna ocasión, siendo que, a la luz del conocimiento, no pasa de ser un grano más en el granero de la historia negra que contra España se viene urdiendo desde hace siglos. ¿Cómo es posible pensar que tal motivo sea cierto cuando todos los políticos eran dependientes intelectuales y económicos de los supuestos posibles autores de esa supuesta invasión?

La invasión ya no se iba a producir por una intervención militar. La invasión ya se había producido, y las fuerzas vivas, del gobierno y de oposición, eran y son sus ejércitos, y la falacia del motivo del ancho de vía, muy probablemente fue propalada por ellos mismos para contentar a quienes se aprestaban a una nueva guerra contra ellos.

La prosaica verdad de la lenta evolución del ferrocarril en España, señala Rafael Alcalde, no fue otra que la dificultad que presentaba el relieve peninsular y el mal estado de las finanzas. Aspectos que son señalados en los documentos gubernamentales del momento.

Resulta ilustrativo para el caso mirar un mapa físico de Europa. Son muy llamativas las inmensas llanuras que la pueblan, y que en épocas posteriores permitieron, por ejemplo, que el ejército alemán emprendiese la II Guerra Mundial como una guerra relámpago; algo impensable en España.

Otro factor que retardó, no sólo la industrialización, sino la propia extensión del tendido del ferrocarril era el estado de guerra, donde se desarrollaban acciones aisladas, alejadas de los fuertes núcleos de conflicto, amén del gasto que comportaba el propio mantenimiento de la guerra.

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domingo, 24 de septiembre de 2017

Conspiraciones, pronunciamientos y sublevaciones en el siglo XIX (7)

 

Conspiraciones, pronunciamientos y sublevaciones en el siglo XIX 


Narváez, que junto a Maria Cristina y a O’Donnell, no habían cejado en sus conspiraciones, habían venido protagonizando diversas revueltas cuya culminación es este pronunciamiento. Los cabecillas de este pronunciamiento estaban exiliados desde octubre de 1841, cuando fracasó el intento de golpe de estado contra Espartero, excepto Narváez, que había emigrado en 1838, a consecuencia de los acontecimientos ocurridos en Sevilla. Inmediatamente se pusieron al frente del ejército.



El general Serrano se unió a Prim en Barcelona el 27 de Julio, con quién se presentó en público y en compañía de González Bravo mientras la gente gritaba: ¡abajo el tirano!, refiriéndose a Espartero. Ese mismo día desembarcaba en Valencia Ramón María Narváez; llegaba acompañado de Manuel de la Concha y de Juan de Pezuela…

En un vapor fletado públicamente, por el que se pagaron 30,000 francos, y contando con la protección decidida de las autoridades francesas. (Orellana, II: 197)

A esta situación se sumaron sublevaciones de los generales progresistas e incluso moderados en Zaragoza, Málaga, Granada, Valencia, Sevilla y Madrid que acabaron forzando la dimisión de Espartero y su exilio a Inglaterra, desde donde organizaría la facción progresista de los conocidos como “anglo-ayacuchos”, que se enfrentaría a otras facciones progresistas lideradas cada una por Joaquín Mª López, Salustiano Olazaga y Manuel Cortina.

El día 30, en el Puerto de Santa María embarcaría para el exilio el regente, conde de Luchana, duque de la Victoria y de Morella, Baldomero Espartero, acompañado del general Van Hallen... en un navío inglés, el Malabar, naturalmente con destino Londres.

A partir del uno de septiembre se produce una nueva insubordinación de tropas en Barcelona y otras ciudades del principado, lo que acaba ocasionando el bombardeo de la ciudad que, iniciado el 1 de octubre, se prolongará hasta bien avanzado noviembre. La junta acaba capitulando el día 20 de noviembre.

En la lucha entre las distintas facciones o ramas masónicas se alza Prim quien ordena un segundo bombardeo de Barcelona. Se inició éste desde la Ciudadela y se lanzaron cerca de 3000 bombas durante los dos meses que duró el asedio. (Orte 2015: 4)
Finalmente, progresistas y moderados, en amistoso consorcio, declararon mayor de edad a la Reina Doña Isabel II, en Cortes ordinarias celebradas en septiembre de 1843, en un acto que por sí mismo era una derogación del artículo constitucional que prefijaba la edad de 14 años para la mayoría de la Reina, lo cual sólo podían hacer unas Cortes constituyentes.

Los moderados tomarían el poder dando lugar a la década moderada (1843-1853), bajo los gobiernos de Luis González Bravo (5-12-1843 a 3-5-1844) y de Ramón María Narváez (3-5-1844 a 12-2-1846).

La broma no terminaba ni con los cambios de gobierno ni con los fusilamientos; así, el 24 de Octubre de 1844 se descubre conspiración para asesinar a Narváez (la conspiración de los trabucos). Los detenidos involucraron al general Prim, que fue detenido tres días más tarde, y para quién el fiscal pediría pena de muerte, y de cuyo caso salió libre el acusado… en unos momentos en los que el fusilamiento se producía casi antes de haberse cometido el delito… Todo hace indicar que la acusación fue también una conspiración contra Prim.

La situación de auténtico esperpento no desentonaba, al fin, con el conjunto de actuaciones que marcan todo el siglo XIX en España, hasta hoy mismo, y en ese orden, una semana después, el 1 de Noviembre  de 1844 se pronunció uno de los incondicionales de Espatrtero, Martín Zurbano, proclamando la Constitución de 1837 y reclamando el regreso de Espartero. El levantamiento fue neutralizado, y Zurbano fusilado por orden de Narváez.

Era Zurbano un contrabandista reconvertido en guerrillero al servicio de los liberales que en la primera guerra carlista dio lugar a acciones de gran audacia.

Poco después, en Alicante eran fusilados cincuenta y cinco carabineros y revolucionarios progresistas y republicanos los cuales, mediante la rebelión encabezada por el coronel Pantaleón Boné en enero de 1844, habían intentado poner de nuevo en estado de excitación revolucionaria.

Tras estos fusilamientos, la actividad redujo notablemente su intensidad hasta el 2 de Abril de 1846, cuando se sublevó en Lugo el segundo batallón del Zamora, dirigiendo la sublevación el coronel Miguel Solís y Cuetos, que sería derrotado el día 23 en Santiago, en la batalla de Cacheiras, tras lo que las tropas gubernamentales saquearon Santiago y fusilaron a Solís y a once oficiales.
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jueves, 14 de septiembre de 2017

SIGLO XIX: OBJETIVO, LA DESTRUCCIÓN DE ESPAÑA (7)

Una agitación sociopolítica derivada de los efectos de la Comuna de Paris y de la difusión de los principios de la I Internacional en España. El miedo a la revolución proletaria empujó a tomar medidas represivas contra las organizaciones obreras, que se vieron plasmadas el año 1871 en un plan de persecución de la Internacional llevado a cabo por Sagasta, quién concedió poderes ilimitados a los gobernadores civiles para perseguirla.

Mientras, los gobiernos caían y en octubre de 1871 hubo en las Cortes una serie de debates en torno a la Internacional, donde Pi y Margall, Castelar y Salmerón declamaron en su defensa, si bien:

El 10 de noviembre de 1871, tras los acontecimientos de la Comuna de París, se decidió en las Cortes ilegalizar a las dependientes de la Asociación Internacional de Trabajadores, por considerar que incumplían el decreto de 20 de noviembre de 1868, al ser vistas como contrarias a la moralidad pública. No obstante, en la práctica, la tolerancia hacia las asociaciones obreras se mantuvo durante el resto del Sexenio Democrático. (Orozco 2013: 194)

Pero la  Federación de la Región Española de la AIT convocó un congreso en Córdoba entre finales de 1872 y principios de 1873.

En este año, el paro derivado de la crisis económica apenas había remitido con respecto a 1869. Si a ello unimos que para las capas populares República significaba revolución social, tendremos la atmósfera en que se vio envuelta la llegada del régimen republicano que, sin pensarlo nadie, sin haber laborado nadie por él, se vio instaurado el once de febrero de 1873.

El clima era de puro desasosiego, no por la desaparición de la monarquía, a la que nadie parecía echar en falta después de un siglo de incalificables actuaciones, sino por la actuación llevada por el liberalismo en ese tiempo, que había proletarizado a la población y la había dejado huérfana de todos los principios que la habían constituido.

En Andalucía la lucha por la tierra había estallado en motines y violentas ocupaciones de propiedades agrícolas. Después de proclamada la república, los comerciantes madrileños decidieron armarse en defensa de sus propiedades por considerarlas en peligro. Los alfonsinos, los constitucionales de Sagasta y los radicales de Ruiz Zorrilla recurrieron a la vieja fórmula abstencionista con el fin de cuestionar la representatividad del nuevo régimen el retraimiento es decir la no participación en la consulta electoral, para negar posteriormente la legitimidad del sistema.

En Alcoy, ciudad con una importante industria manufacturera que ocupaba a un buen número de obreros, se había instalado la sede de la Comisión Federal de la Federación Regional Española de la Primera Internacional. El 9 de julio, una huelga general organizada por los bakuninistas derivó hacía una situación de violencia que acabó con el asesinato del alcalde y el incendio de una fábrica.

En Barcelona, mientras tanto, se convocó una huelga general para el día 14, pero la situación se aceleraría, ya que

El 15 de junio, una semana después de haber sido proclamada la República Federal, el boletín de la Federación Alcoyana publicaba una “Protesta”, afirmando que carlistas y republicanos eran la misma cosa, alentando al pueblo a la acción revolucionaria contra la sociedad y la política burguesa. (Tormo: 30)

Alcoy era una de las pocas ciudades españolas que se había industrializado. Un tercio de sus 30.000 habitantes, incluyendo mujeres y niños, trabajaba en la industria —5.500 en 175 empresas textiles y 2.500 en 74 industrias papeleras—. Sus condiciones de vida eran muy duras, como lo demostraba el hecho de que el 42% de los niños morían antes de haber cumplido los cinco años.

En Alcoy, ahora sede de la Comisión Federal y del aliancismo más exaltado, se veía con buenos ojos toda desafección que la República pudiera originar, ya que se consideraba un fenomenal caldo de cultivo para la revolución social. Según las actas del 2 de marzo de 1873, vemos como incluso se recomendaba el armamento de los trabajadores por lo que pudiera suceder, considerando la situación política. (Ruiz 2013: 21)

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viernes, 8 de septiembre de 2017

FERNANDO VII, DESEADO Y FELÓN (5)


El 19 de Agosto de 1825 es ahorcado en Roa (Burgos), el Empecinado.



Tras un primer momento de dura persecución contra los oficiales liberales, que pierden los empleos, la libertad o la propia vida, viéndose obligados en gran número a emigrar buscando al otro lado de las fronteras un mal menor al que se les reservaba en su Patria, las comisiones de depuración moderarán su celo inquisitorial —salvo para ocupar puestos de especial responsabilidad, como el mando de un regimiento—, pasando a convertirse desde el bienio 1826-27 en un trámite burocrático, incómodo y restrictivo, eso sí, por el que se les exigía fidelidad a la Real Persona. (Cepeda 1981)

Fernando VII, que no tiene descendencia, queda viudo de la reina Maria Josefa Amalia el 17 de mayo de 1829, y presionado por los liberales para evitar que la corona recayera en Carlos Mª Isidro, se casa con Maria Cristina de Nápoles, su sobrina, el 11 de septiembre del mismo año. Justo a los nueve meses, el 10 de Octubre de 1830, tiene una hija: Isabel, lo que ocasiona un rifi-rafe legal en torno a la ley sálica que había instaurado por Felipe V el año 1713. Las intrigas de palacio, en esta ocasión llevadas a efecto por la cuñada del rey, Carlota (cuyo marido, el infante Francisco, era el cuarto gran maestre de la masonería española), en el lecho de muerte de Fernando VII, arrancan del moribundo la derogación de la ley sálica que vetaba la corona a don Carlos en beneficio de Isabel.

Esta derogación, conocida como la Pragmática Sanción, venía a ser, al fin, la promulgación de lo que había sido aprobado por las cortes el 31 de mayo de 1789, durante el reinado de Carlos IV. Los partidarios de D. Carlos no reconocieron el documento.

El 29 de marzo de 1830 se promulga finalmente la Pragmática Sanción, que permitirá reinar a la descendencia femenina.

Mientras, los exiliados en Francia realizaban intentonas; Valdés, Espoz y Mina y Milans del Bosch lo intentan por la frontera francesa, mientas Torrijos realiza un desembarco en La Línea; en todos los casos sin resultados. Las únicas consecuencias se plasmaron en la aplicación del terror por parte de Fernando VII. Hechos que se llevaron por delante a personas inocentes como el librero madrileño Antonio Miyar o a la granadina Mariana Pineda, que por meras sospechas o por culpas menores fue fusilada el veintiséis de mayo de 1831.

El 10 de octubre de 1830 nace Isabel, la hija de Fernando VII.

Estas circunstancias se produce lo que ha pasado a la historia como “Los Sucesos de la Granja”. El 16 de septiembre de 1832, encontrándose ya cercano el fin del reinado de Fernando VII, que en estos momentos se encontraba gravemente enfermo, fue convencido para derogar la “Pragmática Sanción”, pero al recuperarse, la reina, apoyada por los liberales y reformistas, defenderá los derechos de su hija, con lo que el 1 de octubre Fernando destituyó a los ministros "carlistas" y el 31 de diciembre anuló el decreto derogatorio.
En el mismo acto era destituido Calomarde (que acabó huyendo a Francia), sustituido por Cea Bermúdez, quien, procedió a purgar todos los estamentos del estado, y en concreto el ejército de elementos partidarios de Carlos, procediendo a emitir un decreto de amnistía que permitía el regreso de los exiliados liberales.

En estas circunstancias, Carlos María Isidro, el hermano de Fernando VII, marchó al exilio.
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lunes, 4 de septiembre de 2017

EL DERECHO DE INDIAS (7)

EL DERECHO DE INDIAS (7)

Lo curioso, finalmente, en el caso del dominico es que, además de tener esclavos negros, “Las Casas no superó la prueba de la realidad; entre muchos otros privilegios, el gobierno le concedió el de tratar de poner en práctica, en territorios adecuados puestos a su disposición, su proyecto de evangelización basado sólo en el «diálogo» y las excusas. En todas las ocasiones, acabó con la exterminación de los misioneros o con su fuga, perseguidos por los «buenos salvajes» provistos de temibles flechas envenenadas.” 



“De todos modos, tal como reconoce Maltby, «fueran cuales fuesen los defectos de su gobierno, en la historia no hubo ninguna nación que igualara la preocupación de España por la salvación de las almas de sus nuevos súbditos». Hasta que la corte de Madrid no sufrió la contaminación de masones e «iluminados», no reparó en gastos ni en dificultades para cumplir con los acuerdos con el Papa, que había concedido los derechos de patronato a cambio del deber de evangelización. Los resultados hablan; gracias al sacrificio y al martirio de generaciones de religiosos mantenidos con holgura por la Corona, en las Américas se creó una cristiandad que es hoy la más numerosa de la Iglesia católica y que, a pesar de los límites propios de todas las cosas humanas, ha dado vida a una fe «mestiza», encarnada por el encuentro vital de distintas culturas.” 

Afortunadamente, surgen intelectuales en todo el mundo que, a la luz del conocimiento, como es el caso de L. Hanke, no dudan en reconocer que “la conquista de América por los españoles fue uno de los mayores intentos que el mundo haya visto de hacer prevalecer la justicia y las normas cristianas en una época brutal y sanguinaria…”

No son frases emitidas por un nacionalista estúpido. Son juicios emitidos por historiadores honestos.

Pero es que, como venimos señalando, la preocupación por la salvaguarda del derecho del otro la encontramos desde el mismo momento del descubrimiento, y la corona se implicó, también desde el primer momento, en la labor.

En ese orden, Ana Manero nos señala que “Fray Antonio de Montesinos el 14 de diciembre de 1511, negaba el derecho de los colonos a someter a los nativos a servidumbre, ya que éstos vivían en paz hasta que llegaron los conquistadores españoles. Estas acusaciones “dieron lugar a que la corona promoviera reuniones de teólogos y juristas en Burgos en 1512” que dieron lugar a las primeras posturas doctrinales acerca de los temas que nos ocupan, tesis que fueron sostenidas por Juan López de Palacios Rubios y por Matías de Paz… si las prácticas de los colonos no se ajustaban a la moral cristiana, el derecho de Castilla al dominio no estaría justificado.” 

Lo cierto es que las injusticias denunciadas en las encomiendas significaron que se convocase la Junta de Burgos, donde los juristas, bajo el espíritu humanista de la corona hispánica, acabaron redactando lo que se conoce como las Las Leyes de Burgos, que no son sino un conjunto de treinta y cinco leyes en las que se regulan los derechos de los indios; sus condiciones personales, de vida y de trabajo.

Es de destacar lo trascendente de esta regulación ya que “hasta este momento no se había reconocido en ningún texto ni se había polemizado acerca de lo que ahora llamamos derechos humanos y tampoco se había regulado hasta entonces, como ha quedado dicho, ninguna disposición que analizase y resolviese cuestiones que aquí se plantearon, tales como la naturaleza del indio, su condición de ser humano o no, si tenía alma, sus derechos tanto espirituales como materiales, como por ejemplo el derecho de propiedad, sus condiciones de vida, de trabajo…”  Algo que resulta llamativo cuando, mediado el siglo XX, y siguiendo la costumbre existente desde la invasión inglesa de Australia y Nueva Zelanda, se organizaban cacerías de aborígenes en estos territorios, hoy decididamente blancos. WASP (blanco, anglo sajón y protestante), diría el admirado profesor filipino D. Guillermo Gómez Rivera.


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viernes, 1 de septiembre de 2017

LA INQUISICIÓN Y LA BRUJERÍA (Y 3)

LA INQUISICIÓN Y LA BRUJERÍA (Y 3)

Rodrigo de Xerez, a lo que parece (no puedo dar fe documental mínimamente fundada), fue procesado por la Inquisición cuando lo vieron echar humo por la nariz y por la boca. Los alegres historiadores traducen el hecho como sigue: “El tabaco es originario de América. El mismo día de su desembarco en Cuba, en ese año especial de 1492, Colón y sus compañeros Rodrigo de Jerez y Luis de la Torre, observaron a los indios fumando tabaco. El primero de estos fue quien se encargó de llevar esta hierba a Europa; con tan mala fortuna que fue juzgado por la Inquisición y condenado a muerte.”  “En España, la Inquisición dejó bien claro, desde el episodio antes referido de Rodrigo de Jerez, que sólo  Satanás podía conferir al hombre la facultad de expulsar humo por la nariz y la boca. De esta manera, la Iglesia podía acusar a un fumador de pactar con el diablo, lo que en aquellos años equivalía a morir quemado en la hoguera.” 



Otros no tan drásticos aseguran que “Rodrigo regresó a España en La Niña, llevando a Ayamonte su gusto por el tabaco. Sus vecinos, escandalizados por verle echar humo por la boca, lo denunciaron a la Inquisición, que lo detuvo y encarceló por espacio de siete años, por sus hábitos paganos y diabólicos, dado que sólo el diablo podía dar al hombre el poder de arrojar humo por la boca. Cuando fue liberado, el uso del tabaco se había extendido ya por media Europa.” ; otros aseguran que la denunciante fue su propia mujer... La literatura al respecto es muy amplia; las referencias en Internet, muchísimas, pero todas coinciden en algo esencial: falta de rigor.

Después de todo, parece que, efectivamente, algo tuvo que ver Rodrigo de Xerez con la Inquisición por cuenta del tabaco, pero lo que también parece cierto es que, a pesar de quienes no dudan en aseverar que fue “quemado en la hoguera casi al mismo tiempo que Sir Walter Raleigh, que fue decapitado por el mismo motivo en la Inglaterra de Jacobo Estuardo” , tuvo que ser un cadáver que gozó de muy buena salud cuando en 1514 aparece como arrendador en Casarabonela (Málaga) , y más adelante, con fecha 18 de Septiembre de 1536 se efectúa en Sevilla el secuestro de una remesa enviada de América a nombre de Rodrigo de Jerez, hijo de Fernando de Jerez. 

En el proyecto de la Ilustración parece no tener razón de ser la información y la verdad. Por eso sigue afirmando que “La Iglesia, en su afán de tener el monopolio y control de la verdad y de los ritos mágicos, bajo el manto de proteger a los fieles para que no se aparten del sendero de la fe, demostró gran credulidad en el Diablo o Satán, lo que no deja de ser una herejía y una gran ignorancia de la psicología humana. La mayor parte de los casos eran problemas psicológicos, pero los enfocó todo desde una distorsionada y errada perspectiva religiosa y se dejó arrastrar por los prejuicios sexistas que, en mayor o menor grado, dependiendo de las épocas, siempre mantuvo.” 

Esta sentencia, de marcado sentido sofista, deja bien a las claras no sólo la falta de preocupación por el conocimiento de la verdad sino la voluntad de crear la verdad a partir de unos principios erróneos. Lo que sí parece cierto es la existencia de un ente capaz de controlar lo que se debe difundir y lo que se debe callar; capaz de crear un manto “protector” de quienes tienen la obligación de creerse libres desconociendo qué es la libertad. Sofistas que, una vez determinado y acotado el problema por quienes tienen capacidad para ello (como es el caso de los inquisidores citados), se apropian de la conclusión, se convierten en libertadores de los mismos a quienes han llevado a la hoguera, y aprovechan para culpar del hecho, naturalmente, a la Iglesia, cuando ellos, y sólo ellos son quienes siempre han conducido a la gente a la hoguera.

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lunes, 14 de agosto de 2017

Los realistas americanos (8)

LOS HERMANOS PINCHEIRA (3)


En 1823 el gobierno chileno había iniciado acciones diplomáticas con las partidas patrióticas, entre ellas la de Pincheira, ofreciéndoles indultos, a cambio de ser nombrados en las fuerzas regulares criollas como soldados o jefes o retirarse a la vida civil. “Los principales jefes de estas bandas no aceptaron los ofrecimientos y las acciones militares siguieron acentuándose.”


Señala Adolfo Márquez Esparza que “en abril de 1823, Antonio Pincheira cae sobre Linares y arrasa con el pueblo matando al Gobernador Sotomayor y llevándose como botín a las más bellas jóvenes del pueblo, entre ellas Clara, la hija del asesinado Gobernador. Victoriosos y confiados, emprenden la retirada hacia sus campos del Neuquén, pero la banda es sorprendida por el capitán Astete al frente de 350 hombres, quienes de un certero disparo de carabina en medio de la persecución, matan a Antonio.”

A la muerte de Antonio le sucedió en el mando su hermano Santos, que fallecería a poco, sucediendo en el mando Pablo, a quién la leyenda le hace forjador de un tesoro que todavía permanece oculto. Murió en 1828, siendo finalmente José Antonio, el último de los hermanos, también el último comandante, que acabaría rindiéndose el 11 de marzo de 1832 ante el general Manuel Bulnes.

Dice Perez Godoy Manuel que“fue durante el liderazgo del menor de los hermanos, con José Antonio Pincheira a la cabeza desde 1826, que los ataques se hacen constantes. Según Raúl Fradkin, en septiembre de dicho año el pueblo de Dolores fue atacado por un grupo de 300 indios liderados por un “teniente del Rey” llamado Francisco Moreno, capitán de Pincheira. Además de esto, “la alarma continuo por el temor a una invasión de 2000 chilenos y pampas y por un ataque a Chascomús”, por lo que estos “nuevos ataques indígenas encabezados por los Pincheira volvían a amenazar a Dolores y a toda la frontera sur.”

Bajo el mando de Pablo, cuando en Enero de 1827 el general Prieto arrasó el poblado de los patriotas, iniciaron éstos su exilio, extendiendo la lucha patriota al otro lado de la cordillera y dando paso a correrías por la Pampa argentina, donde a lo largo del mismo 1827, bajo el mando del hermano menor, José Antonio tuvieron bajo su influencia ciudades como Neuquén, Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires, Mendoza, Concepción, Chillán y Linares, controlando ambas vertientes de los Andes.

Con los hermanos Pincheira, la frontera argentino-chilena pasa a ser un lugar estratégico de acción, por el hecho de que se facilita el contacto rápido con los aliados pehuenche u otros grupos de indios al otro lado de la cordillera, mientras en el curso de esta actividad, el movimiento toma fuerza suficiente como para que, en 1830, José Antonio llegue a tomar parte en las luchas políticas mendocinas tomando partido por el gobernador Rege Corvalán.

La triunfante incursión en la Pampa argentina ocasionó que las autoridades de Buenos Aires aceptasen que se firmase el que fue conocido como Tratado de Carrizal, que fue firmado por el gobernador de Mendoza, Juan Rege Corvalán, y José Antonio Pincheira en 1829. Este documento se realiza posterior a los constantes ataques hechos por la montonera del menor de los hermanos Pincheira a esta provincia, donde al gobernador de la época no le queda otra opción que capitular.

Por el mismo, se acuerdan tratados de comercio que en nada se parecen a los acordados por las Provincias Unidas con la Gran Bretaña. También se da paso a otros acuerdos, como el reconocimiento del empleo de coronel y jefe de la fuerza de la frontera del sur para José Antonio Pincheira. Este acuerdo sembraría la discordia dentro del propio movimiento de los Pincheira, ya que había sectores, como el representado por su hermano, el comandante Pablo Pincheira, y el capitán Julián  Hermosilla, que preferían seguir en su lucha sin ataduras diplomáticas.

Para las autoridades coloniales, según Manuel Perez Godoy “Era de temer, particularmente, la alianza efectivizada entre Pincheira y los indios boroanos, pero más lo era aún la de éstos con el Huilliche Llanquetruz y, por último, la del conjunto con los unitarios” y esto debido a que “Esta última eventualidad podría llegar a ser definitivamente insuperable para las armas de las provincias federales.”

Juan Manuel de Rosas trabajaba para desarticular las alianzas de Pincheira con caciques boroanos y ranqueles, y colaboraba con Chile para tenderle una celada. Finalmente, el 14 de enero de 1832, los ardides tendrían éxito cuando en las lagunas Epulafquen, en la actual provincia argentina de Neuquén, y mediando la traición, lograron vencer al patriota rebelde.

El 14 de enero de 1832, el general Manuel Bulnes, bien instruido por los asesores británicos, y tras haber pactado paces con los Pincheira, las traicionó, llevando a cabo una feroz masacre sin enfrentamiento, donde los rebeldes fueron directamente asesinados. José Antonio Pincheira logró escapar, entregándose mediante pacto el 11 de marzo del mismo año.

La realidad había acabado dando la razón a Pablo Pincheira. El Tratado de Carrizal había acabado siendo el principio del fin de la resistencia. Antonio había muerto en una batalla y Santos en un accidente. El gobierno propuso conversaciones de paz y José Antonio accedió. Fatal error; Manuel Bulnes aprovecho la confianza establecida y en una emboscada arraso con ellos.

Los caciques Neculmán, Udalman, Coleto y Trenqueman junto a sus seguidores fueron asesinados sin piedad, mientras “Bulnes, al saber que José Antonio se escapó, manda rápidamente en su persecución una partida de 80 hombres al mando del capitán Zañartu con la orden de matar a cuanto indio o cristiano sospechoso encuentre en su camino.”

En esta acción depredadora de Bulnes sería posible gracias a la traición de Francisco Rojas, Martín del Carmen Gatica y José Antonio Zúñiga, tres comandantes de los Pincheira que traicionaron la causa.

Pablo fue fusilado y José Antonio escapo, pero al final se entregó para acabar muriendo de viejo sirviente.

Comunistas y liberales presentan a los hermanos Pincheira como simples delincuentes, pero desde la bondad natural de Santos hasta la audacia de Antonio, así como las alianzas llevadas a cabo con los indios y la jerarquía y el orden que reinaba en sus dominios nos señala en  otra dirección, algo que hasta en épocas recientes se podía observar “a orillas de los caminos rurales, pequeñas capillitas en su honor, como un verdadero santo popular.”

Lo que resulta evidente es que, como señala Carla G Manara, “el liderazgo de Pincheira garantizó un asentamiento protegido con recursos suficientes y mantuvo el orden tradicional y la legitimidad del rey frente al desorden provocado por los cambios impuestos por los separatistas. Realistas por convicción o por las circunstancias, en definitiva queda en claro la existencia de un conjunto multiétnico que coincidía en su rechazo al dominio y centralismo de los grupos liberales.
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domingo, 6 de agosto de 2017

EL CANTONALISMO: ARMA BRITÁNICA CONTRA ESPAÑA (6)

EL CANTONALISMO: ARMA BRITÁNICA CONTRA ESPAÑA


Las cortes aprobaron la república, sí, el 11 de febrero de 1873, pero los federalistas no se conformaban con eso; así,  “La España Federal” de 14-3-1873 proclamaba:



El principio fundamental de la democracia en la forma de gobierno, es la República. Pero no un simulacro de República, sino la República verdadera, la que mejor garantice los derechos naturales del hombre y la soberana independencia de los organismos políticos; por eso la proclamamos todos; pero no meramente y por si misma, como si teniendo la República, todo lo demás, justicia y libertad, importara poco.

También señalaba la creación de comités revolucionarios en multitud de localidades, que en ocasiones organizaban importantes asonadas; así, el once de febrero, el mismo día que fue proclamada la República, José García Viñas, junto a un grupo de internacionalistas, ocupó el ayuntamiento de Barcelona proclamando la República Social y el Municipio Comunista. Algo que se salía del metódico programa británico para la destrucción de España y que como consecuencia significaba una contrariedad en sus organizadores.

El cantonalismo supuso un fenómeno que hizo tambalearse a la Internacional, ya que una parte de sus miembros intervino en el conflicto cantonalista en ciudades como Cartagena, Valencia, Sevilla, Granada o Málaga, pero en otras zonas no apoyaron el cantonalismo. Tal y como afirmaba Francisco Tomás, secretario de la Comisión Federal en aquel momento, en el boletín de la Federación del Jura, sección anarquista más importante de la Primera Internacional, la participación de los internacionalistas al movimiento cantonalista fue totalmente espontánea y sin acuerdo previo, y por eso, en cada lugar se actuó de diferente manera.
Engels criticó duramente la actuación de la Internacional en el movimiento cantonalista, responsabilizándola de la aparición de este fenómeno, y afirmando que el cantonalismo era un claro ejemplo de cómo no debía hacerse una revolución. (Tormo: 26)

Manifiestamente, la República nació con problemas, y a pesar de su corta vida conoció varias fases:

El primer presidente, Estanislao Figueras, estuvo al frente de su gobierno desde el once de febrero hasta el once de junio. De los siete ministros de Figueras, cuatro lo habían sido ya con la monarquía. Pi y Margall desempeñó la cartera de Gobernación y su hermano la de Ultramar.

A los seis días de haberse proclamado la República, fue publicada la Ley del 17 de febrero de 1873 relativa a la constitución de la fuerza militar encargaba la defensa nacional a soldados voluntarios, y creaba una reserva, quedando abolidas las quintas.
En su artículo tercero señalaba: El Ejército activo, cuya fuerza se fijará anualmente, según el precepto constitucional, se formará de soldados voluntarios, retribuidos con una peseta diaria sobre su haber, pagada semanal o mensualmente. Este decreto dio lugar a que muchos soldados abandonaran sus unidades.

En Barcelona se preparaba un levantamiento a favor del hijo de Isabel II, pero a los diez días de la proclamación republicana, el 21 febrero de 1873, se produjo un motín federalista en Barcelona que ocasionó que todos los jefes del ejército, incluido el Capitán General, Eugenio de Gaminde, abandonasen la ciudad y dejasen la tropa a su albedrío.
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martes, 1 de agosto de 2017

LA CONQUISTA BRITÁNICA DE ESPAÑA (XXVIII)

 

ASPECTOS ECONÓMICOS DE LA ESPAÑA DEL SIGLO XIX


No recaía sólo en los conflictos señalados la responsabilidad del maremagno del siglo XIX. El desorden administrativo, que si venía siendo endémico se encontraba particularmente agudizado en estos tristes tiempos, llevó al barón de Meer, a la sazón capitán general de Cataluña, a alterar el orden administrativo de aquellas provincias , solo en virtud de un bando, variar la división de su territorio, hecha por una ley, suprimir intendencias, quitar las autoridades puestas por el gobierno, y sustituirlas en fin con otras nombradas militarmente por él mismo. Excesos que irritaban a sus administrados, que se veían vejados además con destierros, prisiones y otros malos tratamientos , que llamaron la atención de las cortes, y por último del gobierno, quien se vio precisado a separarle, por decreto del 1.° de junio, remplazándole con el general D. Jerónimo Valdés. (Flórez 1844 II: 585)

Algo similar sucedía en Sevilla y Granada, de donde fueron cesados los capitanes generales Juan Palarea y el conde de Cleonard.

El 31 de Agosto de 1839 se produce el acuerdo de Vergara entre Espartero y Maroto, dando por finalizada la Primera Guerra Carlista, que sin embargo seguiría en activo en el Maestrazgo y Cataluña, y al calor de esta situación surgen o se amplían dos importantes núcleos industriales: el vasco y el andaluz.

No andaba lejos de esta activación Joaquín Baldomero Fernández Espartero, que  el 1 de Agosto de 1840 se pronunció, y tras exilio de Maria Cristina asumió las funciones de Regente, que las mantendría hasta 1843.

A su amparo, empresas y tecnología extranjeras se instalan en España, abarcando los más variados ámbitos; así, capitales franceses y británicos, y en segundo término alemanes e italianos, desarrollan actividad bancaria; capitales británicos (Domeq, Osborne), y en segundo término capitales franceses, monopolizan la agricultura; capitales ingleses, franceses, belgas… se apropian de la explotación minera, y el ferrocarril se desarrolla también a base de capitales principalmente ingleses y británicos.

Y su ámbito…
A mediados del siglo XIX, la posible industrialización española giraba en torno a dos ejes: la cuenca mediterránea y el eje norte que es el que terminará consolidándose durante un siglo (1840-1940). La factible industrialización del eje mediterráneo partía de las potencialidades demostradas por Cataluña y Andalucía en el segundo tercio del siglo XIX, y que terminará fracasando por el retroceso industrializador que vive Andalucía al final del período. (González 1998: 202)

¿Y cómo repercutía esta situación en el factor humano?
En 1860 el sector industrial sólo ocupaba el 17% de la población activa, frente al 64% en la agricultura. Las actividades primarias generaban entonces el 40% del producto interior mientras que correspondía a la industria el 17%. Cataluña era, entre 1850 v 1870 la región industrial más avanzada; en realidad la única que podía calificarse como propiamente industrial. Otras zonas de cierta densidad manufacturera estaban situadas entonces en Vizcaya, Asturias y Andalucía. (Tedde)
En cuanto a la alfabetización, hay que señalar que el 27 por ciento de la población estaba alfabetizada, cifra inferior a la media europea.

En cambio, el número de estudiantes de enseñanza secundaria y universitaria, en relación a la población escolarizada, era mayor en España que en Francia o Italia. La educación técnica superior, con un número relativamente reducido de alumnos, fue capaz de responder, sin embargo, a los dos grandes sectores que demandaban ingenieros a mediados del siglo XIX: las obras públicas y la minería. (Tedde)
En cuanto al capital, los capitales nacionales se limitarían a nutrirse con las desamortizaciones, las concesiones de servicios públicos, los suministros al ejército o las concesiones administrativas (ferrocarril, banca, comercio) con las que eran ganados para la causa liberal.
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lunes, 24 de julio de 2017

Conspiraciones, pronunciamientos y sublevaciones en el siglo XIX (6)

Conspiraciones, pronunciamientos y sublevaciones en el siglo XIX


Durante el bombardeo de Barcelona de 3 de diciembre de 1842, un total de 1014 proyectiles cayeron sobre la ciudad antes de que desapareciese la junta tras haber desvalijado la Diputación, de la que desaparecieron 36.000 duros. (Orellana, II: 128)



El día 4 entraron en Barcelona Van Halen y Espartero. La Ciudadela y los edificios más emblemáticos habían sido tomados militarmente, y Van Halen, capitán general y reconocido masón, declaró la ciudad en estado de sitio por tiempo indefinido. Las medidas de castigo fueron muy duras, aplicándose la pena de muerte para los cabecillas de la revolución, deportando a Filipinas a otros responsables de la revuelta. La milicia fue disuelta y fueron condenados a muerte trece componentes de las patuleas que habían protagonizado la revuelta.

Los sucesos de Barcelona, a la que como castigo la obligó a pagar una contribución extraordinaria, supusieron el comienzo del final de la Regencia de Espartero.

El gobierno de Espartero comenzaba a experimentar un desprestigio tan rápido como completo. Odiado por las clases conservadoras, en el pueblo tenía su principal apoyo, y sin embargo, hacía lo posible para divorciarse de éste. (Blasco 1892: 28)

Alarmado él mismo por los acontecimientos que había provocado, acabó disolviendo las Cortes el 3 de enero de 1843, y es que

Espartero temía que las Cortes, a las cuales debía la regencia, le pidieran estrecha cuenta de sus actos, y por evitarse un voto de censura, se apresuró a disolverlas, convocando la reunión de un nuevo Parlamento para el 3 de abril de 1843. (Blasco 1892: 45)

Pero las subdivisiones de los republicanos se producían también en la otra rama, surgiendo la rama radical y la rama revolucionaria. Esta última rama, encabezada por Abdón Terradas, francmasón, que en 1842 había sido nombrado alcalde de Figueras, proclamaría en 1843 la república en esta ciudad, lo que significó que fuese enviado al exilio, aunque esto no significó la paralización de su actividad, ya que en agosto del mismo año provocó una insurrección en Barcelona que acabó con un nuevo bombardeo de la ciudad por orden del presidente del gobierno, Luis González Bravo.

Todo quedaba, pues, listo para una nueva asonada que podía producirse en cualquier momento. Éste llegó el 27 de Mayo de 1843, con un pronunciamiento del coronel Juan Prim, en Reus. Consecuencia inmediata del mismo fue que Mendizábal partió nuevamente al exilio.

El fin de la regencia de Espartero era un objetivo firmemente sostenido por sus adversarios, y en ese sentido, Juan Prim y Lorenzo Milans del Bosch promovieron el alzamiento en Reus. En el manifiesto publicado el día 30 de mayo de 1843 señalaban:

el porvenir de nuestra España es negro; a cara descubierta se le prepara la precaria y envilecida existencia de una colonia extranjera, y esto no es un misterio; tres años ha, y nadie lo ignora, que la voluntad extraña rige el país. No, españoles, basta de decepciones, no más envilecimiento. Hora es llegada ya de cortar de raíz los males que nos agobian. Hora es llegada ya de que pongamos los medios de coger el fruto de tanto afán. Hora es llegada ya de acabar con tanto obstáculo. Hora, en fin, es llegada ya de que, irguiendo la cabeza, nos proclamemos españoles y derroquemos para siempre y de una vez tanta falacia, tanta astucia, tanta traición. Para ello tenéis que hacer otro esfuerzo; grande, sí, pero el último. Unánimes levantad brazo y voz contra esta funesta falange de traidores, que a la dicha y prosperidad nacional se oponen. Levantémonos contra esos hombres de maldición, que ensayados en el Nuevo Mundo, lo entregaron al enemigo, y que ahora completarán su obra, si no los atajamos, vendiendo la madre patria al extranjero. (Orellana, II: 157)

Barcelona se uniría al alzamiento el 8 de junio; Igualada lo hacía el día 6; Lérida y Mataró el día 7; Manresa, Cardona, Cervera, Granollers… el día 9; Gerona el día 10… Mientras Zurbano sitiaba a Prim en Reus, donde el día once los gritos de los sitiados y de los sitiadores se sumaban en vivas a la constitución y a Isabel II.

Mientras Zurbano iniciaba un sitio de Barcelona que era finalmente abortado, el 15 de Julio de 1843.

En el curso de este pronunciamiento, el 20 de julio de 1843, se pronuncian los moderados Narváez y Serrano. En Torrejón de Ardoz, las tropas de Narváez tuvieron un enfrentamiento con Seoane, jefe de las fuerzas de Espartero, quién acabó abandonando el campo, y las tropas, confraternizando, entraron juntas en Madrid el 23 de julio, dejando la expedita la entrada de Prim y de Serrano.
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viernes, 14 de julio de 2017

SIGLO XIX: OBJETIVO, LA DESTRUCCIÓN DE ESPAÑA (6)

Y ¿qué influencia tuvieron estos acontecimientos en España?

Con la revolución de septiembre de 1868 y el inicio del Sexenio Democrático se abrió una nueva etapa para el obrerismo español, decretando el Gobierno Provisional la libertad de asociación. En aquella época ya se habían producido los primeros contactos con la AIT, fundándose la Dirección Central de las Sociedades Obreras de Barcelona, formada por sociedades de distintas profesiones, que hicieron pública una llamada “a los obreros de Cataluña”, convocando la celebración de un congreso obrero que se celebraría en diciembre de 1868 en Barcelona, donde estarían representadas un total de 61 sociedades. En aquel congreso se acordó apoyar la instauración de una República Federal, la participación de la clase obrera en las elecciones y al cooperativismo, y a la publicación del periódico La Federación, que llegaría a ser el periódico internacionalista más relevante de España, acordándose también la creación de comisiones mixtas de patronos y obreros en las que se tratarían sus reivindicaciones. (Tormo: 13)

Giuseppe Fanelli da pie, el 24 de enero de 1869, a la creación de la AIT en Madrid, que en 1872 acabará expulsando a la federación madrileña, de tendencia marxista, y que finalmente será el germen del PSOE y de la UGT.

Alcoy se convirtió en la segunda federación en número de afiliados de toda España, siendo superada tan sólo por Barcelona. La Comisión Federal celebraría en Alcoy, cuatro años más tarde, su primera sesión el siete de enero de 1873.

A partir de este momento se denota un importante activismo revolucionario:

El 21 de marzo hubo una gran manifestación en Barcelona, al frente de la cual iba Pascual Madoz, en protesta por las políticas aduaneras.
El 21 de diciembre de 1869 se publica el primer Manifiesto de los Trabajadores internacionales de la sección de Madrid a los trabajadores de toda España, en el que entre otros asuntos se señalaba: 
La república federal, como forma política, es a nuestro entender la menos mala de todas las formas de gobierno; pero, entendedlo bien, bajo el punto de vista político. La república federal deja a todos los ciudadanos que tienen medios, por otro nombre capital, una esfera más ancha donde poder desarrollar su actividad absorbente, pero es igualmente impotente, como lo son todos, absolutamente todos los sistemas políticos, para resolver el problema de nuestra emancipación. Poco conseguiría el pobre pajarillo, preso en estrecha jaula, con tener delante de su vista un dilatado espacio: dejadle en cambio sólo el sitio para salir y él se extenderá hasta escalar las nubes.
En el verano de 1870 se organiza el Primer Congreso Obrero Español en Barcelona y se crea la Federación Regional Española de la AIT.
El Congreso de la Primera Internacional se inició el 19 de junio (de 1870) en el teatro del Circo de Barcelona, siendo inaugurado el comicio por Rafael Farga y Pellicer en nombre del Centro Federal de Sociedades Obreras, pronunciándose Farga en contra del imperio del capital, del Estado y de la Iglesia, y a favor del desarrollo de la Anarquía y la libre Federación de libreas asociaciones obreras. Al congreso asistió un centenar de delegaciones de Andalucía, Valencia, Aragón Castilla y Cataluña. (Tormo: 16)
Ya en su primera sesión se acordó la adhesión a la AIT siendo, así, la fecha de  fundación de la Federación Regional Española de la Primera Internacional (FRE).
 “En Cataluña, Valencia y Andalucía continuó prevaleciendo el ideal sindicalista, pero sobre él se sobrepusieron grupos de anarquistas de varias procedencias, dispuestos a liquidar el mundo burgués medíante actos de violencia personal. Entre 1892 y 1897 Barcelona fue teatro de una endémica manifestación terrorista, que mucho antes de la guerra callejera de 1917 a 1922 le dieron triste fama en los anales del subversivismo mundíal. Esta expansión anarquista costó la vida a don Antonio Cánovas, primero de los presidentes del Consejo que había de ser inmolado en el ara de la batalla social.” (Vicens 1997: 66)

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sábado, 8 de julio de 2017

FERNANDO VII, DESEADO Y FELÓN (4)

El 1 de Octubre de 1823 Fernando VII tenía nuevamente el poder absoluto, con el que ordenó un decreto por el que anulaba todos los actos del gobierno generados desde el 7 de marzo de 1820.
En esa marcha “curiosa” del conocido como “deseado” y como “felón”, da comienzo la conocida como “década ominosa”.



El ejército de los cien mil hijos de San Luis permaneció en España, y por su mantenimiento, según denuncia el Manifiesto de los Realistas Puros, recibía
el gobierno francés ocho millones de reales todos los meses para que nos haga el favor humillante de la continuación de sus tropas. A este efecto se han creado contribuciones extraordinarias sobre diferentes ramos de la industria pública, las cuales, después de cubrir el expresado tributo, producen muchos sobrantes que, a costa de nuestra pobreza general, el rey y sus favoritos han debido destinar, con la mayor imprudencia, hacia otros propósitos.

Las represiones sobre los responsables del trienio liberal se verían mitigadas el 24 de mayo de 1824 con el decreto de indulto del que quedaban excluidos los autores de las rebeliones de Cabezas, de la isla de León, de la Coruña, Zaragoza, Oviedo, Barcelona y Ocaña, así como otros que quedaban relacionados especialmente.
Pero las maquinaciones siguieron en la península; se pergeñó una conspiración que pretendía, mediando una convocatoria real, un cambio total de régimen tras secuestrar a los principales jefes militares con el objetivo de deportarlos a Filipinas, extremo que no llegó a cumplirse, supuestamente, porque la información trascendió. (Suárez 1948: 90)
En ese sentido, en Tarifa se produjo un levantamiento el mes de agosto a favor de la constitución que fue cortado con el fusilamiento de su promotor, Pedro González Valdés y treinta seguidores, y en Aragón se produjo un levantamiento a favor del infante don Carlos, que fue sofocado. En la represión de estos levantamientos tuvo especial significación el conde d’Astorg, militar francés.
Carlos Marx asevera que el 24 de septiembre de 1824 fueron fusiladas, ahorcadas o descuartizadas mil doscientas personas. (Marx)

Ante estos acontecimientos, señala Carlos Marx que Federico el Grande, conversando con su ministro de guerra, le preguntó que país europeo le parecía más difícil de arruinar. Al ver que el ministro titubeaba, respondió por él: “Ese país es España, puesto que el gobierno español hace ya muchos años que se empeña en arruinarlo y no lo puede conseguir.

Sigue señalando Carlos Marx que
Era un rasgo peculiar de España el que todo campesino que tenía un escudo de piedra sobre la puerta de su mísera cabaña se consideraba hidalgo y que, en consecuencia, la población rural, aunque pobre y expoliada, no solía sentir la honda humillación que exasperaba a los campesinos del resto de la Europa feudal. (Marx 1854: 163)

A pesar de la amnistía, la conflictividad, así como la marginación o asesinato de los elementos desadeptos a Fernando VII estaban a la orden del día. Así, y como consecuencia de un levantamiento ultra realista fracasado, fueron fusilados en 1825 el mariscal de campo Jorge Bessieres (de extraña historia personal, ex masón y en estos momentos ultra realista), el coronel Francisco Baños, los comandantes Valerio Gómez y Antonio Peranton y otros. Los documentos que poseían fueron quemados por el conde de España.
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martes, 4 de julio de 2017

EL DERECHO DE INDIAS (6)

EL DERECHO DE INDIAS (6)


Como hemos señalado, “en España surgió el debate, patrocinado o al menos consentido cuando no favorecido por el rey, no sólo sobre la cuestión del indio, de su naturaleza, derechos y regulación jurídica, sino también sobre la misma colonización, lo cual evidencia la altura de miras y la grandeza de una sociedad que vista desde hoy merece la mayor de las consideraciones.” 



Estos abusos se achacaban a los encomenderos, y como consecuencia, en lugar de pedir responsabilidades a éstos, se cuestionó la idoneidad de la encomienda; desde un principio se cuestionó si la corona tenía derecho a la misma o no. La cuestión consistía si con la encomienda se privaba de libertad al indio o no. Tal vez si se hubiesen cuestionado si con la encomienda se abría paso a una organización municipal, hubiese sido menor la discusión, y menor la incidencia en la creación de la leyenda negra, porque, al parecer, los enemigos de España lo tenían muy fácil, ya que de España surgía la materia prima de su obra, y en España es donde causaría mayores estragos. Recordemos que, como ya hemos señalado más arriba, Colón se excedió en sus atribuciones, por lo que fue hecho preso. “Ya en 1501, la reina Isabel mandaba a su visitador Nicolás de Ovando, con instrucciones de revisar el sistema de encomiendas de la isla de La Española, ante las numerosas noticias de maltratos hacia los indios. Las instrucciones contienen recomendaciones de velar por que se dé un buen trato a los indios, de castigar los excesos e, incluso –cosa que no se repetirá en toda la historia del Derecho Indiano-, de ‘convenir con los indios los gravámenes para que ellos sepan que no se les hace injusticia’”

¿Y las denuncias de Bartolomé de las Casas? No fue todo negativo lo que procuró Bartolomé de las Casas, ya que “Por efecto de las denuncias del dominico y de otros religiosos, en la Universidad de Salamanca se crea una escuela de juristas que elaborará el derecho internacional moderno, sobre la base fundamental de la «igualdad natural de todos los pueblos» y de la ayuda recíproca entre la gente.”

No cabe duda que en la Conquista se produjeron abusos, pero, conforme a lo que dice Vittorio Messori, «lo que debe sorprendernos no son los abusos iniciales, sino el hecho de que esos abusos se encontraran con una resistencia que provenía de todos los niveles -de la Iglesia, pero también del Estado mismo- de una profunda conciencia cristiana….las obras como la Brevísima relación de la destrucción de las Indias de fray Bartolomé fueron utilizadas sin escrúpulos por la propaganda protestante y después, por la iluminista, cuando en realidad son -para utilizar las mismas palabras que Chaunu- «el más hermoso título de gloria de España». Estas obras constituyen el testimonio de la sensibilidad hacia el problema del encuentro con un mundo absolutamente nuevo e inesperado, sensibilidad que faltará durante mucho tiempo en el colonialismo protestante primero y «laico» después, gestionado por la brutal burguesía europea del siglo XIX, ya secularizada. Hemos visto cómo, de la Corona para abajo, no sólo no se tomaban medidas contra una denuncia como la de Las Casas, sino que se trató de poner remedio con leyes que tutelasen a los indios del que el «denunciante» mismo sería proclamado protector general. El fraile surcaría el océano en doce ocasiones para hablar ante el gobierno de la madre patria en favor de sus protegidos; en todas esas ocasiones iba a ser honrado y escuchado y sus cahiers de doléances iban a ser trasladados a comisiones que posteriormente los utilizarían para redactar leyes, y a profesores que darían vida al moderno «derecho de gentes».»

“Nos encontramos ante un hecho inédito, que no tiene parangón en la historia de Occidente, y resulta mucho más sorprendente si se añade que Las Casas no sólo fue tomado en serio, sino que, probablemente, fue tomado demasiado en serio.”   Va siendo hora de desbrozar la realidad y tomar en consideración una legislación que puede ser ejemplo en muchos campos: el Derecho de Indias.

El mismo Messori ayuda en la labor cuando nos facilita los pensamientos de investigadores serios, que también los hay en el mundo anglosajón, como los del  norteamericano William S. Maltby, «las exageraciones de Las Casas lo exponen a un justo e indignado ridículo». O, por citar a Jean Dumont: «Ningún estudioso que se precie puede tomar en serio sus denuncias extremas.» Entre los miles de historiadores que existen, citaremos al laico Celestino Capasso: «Arrastrado por su tesis, el dominico no duda en inventarse noticias y en cifrar en veinte millones el número de indios exterminados, o en dar por fundadas noticias fantásticas como la costumbre de los conquistadores de utilizar a los esclavos como comida de los perros de combate...»

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sábado, 1 de julio de 2017

LA INQUISICIÓN Y LA BRUJERÍA (2)


LA INQUISICIÓN Y LA BRUJERÍA (2)


Cuando el fenómeno llegó a España con los que huían de la persecución en Europa, las gentes se alarmaron y comenzaron a contagiarse del espíritu europeo. “Como la violencia empieza a hacer estragos, el orden interviene. Lo hace depositando el problema en manos de la Santa Inquisición… hacia 1609…los inquisidores se dejan ganar por la presión…pero la Inquisición es una casa muy seria: hay que estudiar los sumarios, documentar las acusaciones…”



Los días 7 y 8 de Septiembre de 1610 se celebró en Logroño auto de fe en que fueron relajadas once personas por brujería. Ese hecho movió a la Inquisición a realizar un estudio en profundidad sobre la brujería, lo que condujo a determinar que la brujería era un fenómeno que acontecía a personas enfermas, que como tal debían ser tratadas por especialistas. Ejemplar la actuación del Inquisidor de Logroño, Alonso de Salazar Frías que, mientras en Europa y sus dominios se quemarían brujas hasta un siglo después de que él hubiese fallecido, salvó del martirio a un número indeterminado de infelices.

La posición del Santo Oficio fue puesta a prueba con ocasión de los problemas de Zugarramurdi,”cuando en 1612, el inquisidor de Logroño, Salazar y Frías, hizo notar en un célebre informe dirigido a la Suprema, hasta qué punto carecían de fundamento los supuestos aquelarres e intervenciones diabólicas, reduciendo todo aquello a su real dimensión de habladurías y chismes, fruto de la ignorancia. Ese informe, donde textualmente se dice que no hubo brujas ni embrujados hasta que se habló y se escribió de ello, ha sido considerado como un monumento a la razón por encima de la superstición general reinante entonces.”

Pero el asunto no queda en la genialidad de una persona; pocas cosas, en la Inquisición quedaban relegadas a la genialidad de una persona; así, don Alonso de Salazar coincide en sus postulados con los que defendía  Pedro de Valencia, “que había estudiado los procesos de brujería y llegado a la conclusión de que, en la mayoría de los casos, eran invenciones de los testigos, producto del miedo, manifestaciones de algún trastorno mental o, simplemente, una tapadera para encuentros indecentes.” 

Los inquisidores determinaron que estas actividades eran alucinaciones provocadas por la ingesta de determinadas drogas, y propio de gentes con salud mental deteriorada. Pedro de Valencia, teólogo, manifestó que “No debe hacerse gran caso de los testigos en estas materias aunque sean muchos y graves, porque sabemos que cuando los emperadores romanos perseguían a los cristianos, se justificó contra ellos con muchos testigos conformes que mataban niños, se juntaban de noche a comerlos y se mezclaban hombres y mujeres a oscuras para obscenidades horrendas….Pedro de Valencia concluyó manifestando que para ningunas causas necesitaba tanta crítica el santo oficio como para las de brujos y magos ; que seria conveniente se formase instruccion particular que sirviera de gobierno á los inquisidores en adelante, y que nunca le parecería seguro condenar á relajacion los negativos de este crimen por mas pruebas que hubiere, mediante ser todas ellas muy falibles, y que es mejor en caso de duda dejar sin la condena a un culpado, que castigar un inocente, ó imponerle mayor que la merecida.”

Estos informes emitidos por especialistas no pasaron desapercibidos en la Inquisición. Consecuencia de ellos, “los Inquisidores españoles adoptaron frente a la brujería una actitud escéptica, y se las persiguió más por presuntos engaños o supercherías que por creyeran seriamente en sus contactos con el demonio y que hubiese componente herético en sus actividades.”

Como consecuencia, y al considerar a la brujería como un acto de debilidad mental, “mientras que la Inquisición solía mostrarse dura y tajante con judios, mahometanos y protestantes, se mostró inusitadamente blanda en cuanto al castigo de la brujería y otras formas de delitos mágicos. Tan blanda, que considerado con los ojos de un europeo del norte o del centro de Europa, debió resultar un escándalo.”

Obviando estos datos, siguen existiendo autores que hacen afirmaciones como la que sigue: “Durante la Edad Media la Iglesia reinventó la brujería como significante antagónico a la voluntad de Dios y como desafío a sus representantes legítimos en la tierra. La bruja mala, un invento de la teología cristiana. Todo lo contrario a su ordenamiento caería bajo el signo del pecado, estigma por excelencia de la violencia política de la Iglesia. Bajo sus fueros quedarían proscritos los conocimientos sobre el cuerpo y la sexualidad sometida al dominio del tabú; sobre todo la de la mujer, sometida irremediablemente a una cultura de subordinación patriarcal por encargo o maldición del Dios- Padre en Génesis.”  Para estudiosos de ésta categoría de nada vale remarcar la estadística incluida en la primera parte de este apartado de brujería, y que señala que fue el poder civil, y en Europa, no en España, quién se llevó la parte del león en la persecución de brujas.

Esas cosas y otras, como el caso de Rodrigo de Xerez, el “importador” del tabaco de América, son usadas de forma aviesa por quienes desconocen o niegan con dolo la verdad histórica.
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Enero perpetuo

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